Grata
la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato
a la cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos
del agua
entre
los limoneros,
grata la musica del zéjel,
grato el amor
y grata
la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín
Vano
el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el
mejor.
Grato sentir o presentir,
rey dolientes,
que tus dulzuras son adioses,
que te será
negada la llave,
que
la cruz del infiel borrara la luna,
que la tarde que miras es la última.
José
Luis Borges.
Aportado
por Paqui Espínola.
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