martes, 11 de diciembre de 2012

CUENTO DE NAVIDAD

 
Este cuento lo he escrito con todo mi cariño y con un mensaje clarísimo, espero que os guste.

Erase una vez un hombre mediocre, que no se sentía a gusto consigo mismo. No era especialmente guapo ni brillante, a su vez tampoco su familia destacaba por nada: su mujer era del montón, sus hijos aún siendo buenos, no eran perfectos, le hacían enfadar de vez en cuando. En cuanto a su trabajo era rutinario, monótono. Después de ocho horas se iba a casa sin haber hecho nada que no hubiese hecho el día anterior. ¡Un asco!, pensaba él.

Un día, al acostarse, pensó que no tenía ilusión porque amaneciera, ya que le esperaba la misma rutina de siempre, y así se quedó dormido. De pronto, se despertó sobresaltado, creyendo que se le hacía tarde. Fue al cuarto de baño y al mirarse en el espejo se vio completamente deformado, con un rostro feo, casi repulsivo. Entonces pensó: Señor, si solamente tuviera un rostro normal, sería feliz. Fue a despertar a su mujer y de pronto recordó que era soltero, vivía solo, y pensó: Dios mio, si tuviera una mujer e hijos que me acompañaran, sería feliz. Mas tarde, de camino al trabajo, se dio cuenta de que el día anterior le habían despedido.¡ Dios mio!, exclamó, ¡qué va a ser de mí! Y ya en el colmo de la desesperación, bañado en sudor, se despertó y y tomó conciencia de que había sido un sueño, o mas bien una pesadilla.

Se levantó, y al ver a su mujer en la cocina preparando el desayuno, le acarició el pelo y le dijo: ¡ qué guapa estás esta mañana!, besó a sus hijos y se fue, silbando feliz, a su trabajo. Solo entonces recordó que era Navidad, y pensó: Señor, si me permites conservar lo que tengo, nunca mas me quejaré. De ahora en adelante en mi vida va a ser siempre Navidad.

Por Rosa Carmen Sánchez.
aquellosmarav80.blogspot.com
@rosacsp

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