Este
verano he estado reflexionando sobre este caso que, según creo, no
ha dejado a nadie indiferente. Durante mas de un mes, desde que se
tuvo la terrible certeza de su asesinato, no se ha hablado de otra
cosa. Como se suele decir se han derramado ríos de tinta, y no solo
en periódicos y revistas sino en televisión, internet, etc..
De
este suceso se pueden sacar muchas conclusiones y da mucho que
pensar: primero que la policía científica y los forenses no se
parecen en nada a los que nos pintan en las películas, aquí han
dado un patinazo monumental, dejando que esa madre tuviera falsas
esperanzas durante casi un año, luego que las apariencias engañan,
que un monstruo puede parecer a los ojos de los demás una persona
normal, incluso agradable e inofensiva, y por último que hasta las
personas creyentes, como yo misma, nos tenemos que cuestionar porqué
Dios permite que pasen estas cosas. Ya sé que los caminos del Señor
son inescrutables, pero me pregunto a dónde conduce éste, sino a un
sufrimiento inimaginable. Por supuesto no conocemos el daño que
pueda haber hecho esa madre al asesino, si es que le ha hecho alguno,
pero ni la peor ofensa merece semejante castigo.
Mi
único consuelo es pensar que esos niños están ahora en un lugar
mejor y mas justo, o en el peor de los casos descansando en un
plácido sueño, pero lo que pido desde aquí, como miles de
personas, es que caiga todo el peso de la ley sobre el culpable, y
que pase entre rejas lo que le quede de vida, puesto que de no ser
así podría crear un precedente, y los violentos (que son mas de los
que imaginamos), utilizasen a los hijos como arma arrojadiza para
hacer daño a la madre, puesto que saben que nos duelen mas que
nuestra propia vida.
Descansen
en paz los pequeños y todo el cariño y apoyo de la gente de bien a
la madre para poder seguir adelante.
Por
Rosa Carmen Sánchez.
aquellosmarav80.blogspot.com
@rosacsp
Precioso articulo Rosa sobre esas pequeñas criaturas asesinadas tan vilmente
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