En la anterior colaboración, hablé del cubano Antonio Machín…en ésta ocasión lo haré del grandísimo Antonio Molina.
Conocía sus canciones, por verlo en aquellas películas que de pequeña, reponían en lo que seguro recuerdan…”Sesión de Tarde”, aquellas tardes de sábado, en familia, justo después de comer, reunidos todos en la mesa camilla alrededor del brasero…nos disponíamos a ver la única película que había en aquella única televisión… y esas eran las películas de Antonio Molina, por ejemplo…aquella canción “Cocinero, Cocinero” que seguro más de una vez han tarareado…y a los más mayores seguro que les recuerdan aquellos ,sus años de juventud.
Yo, como digo, no tenía más referencias de su música, debo reconocer mi ignorancia, hasta el otro día.
A través de la radio, entrevisté a su hijo, Miky Molina, porque habían venido hasta Granada para presentar su “Homenaje a Antonio Molina”. Me habló de éste espectáculo, con tantas ganas y con tanta emoción, que sin dudarlo, me decidí a ir a verlo. Sin palabras.
Desde el primer momento, hacen que te metas en esos años 40 y 50,, en aquellas vidas en blanco y negro, en sus anécdotas y en sus penas y alegrías, y descubrí aquellas canciones con tanto sentimiento, aquellas letras cargadas de emoción y de historias, todo, cantado por el maravilloso Rafa Garcel, un malagueño que ha heredado aún sin ser familia, esa particular forma de cantar…repito, sin palabras.
Como fueron casi dos horas en las que descubrí la maravillosa voz de éste chico, y también descubrí la vida de éste gran artista, y gran persona, y su repertorio… que mejor que dedicarle hoy éste pequeño homenaje, desde éste humilde boletín.
D. Antonio Molina, nació en Málaga, con una voz alta y un estilo inimitable, gozó de gran popularidad al frente de numerosos espectáculos teatrales y protagonizó varias películas en las que su habilidad vocal era el principal reclamo.
A los catorce años se desplaza a Madrid para dar los primeros pasos de su carrera musical. Tras ganar un concurso para noveles que convoca Radio España en 1949, consigue grabar un disco con temas como El agua del avellano o El macetero, que da título a un cortometraje, su primer contacto con el cine.
En 1952 debuta en el Teatro Fuencarral con el espectáculo Así es mi cante. La difusión radiofónica de sus canciones le conduce rápidamente al éxito y su peculiar estilo, con una voz cristalina y un falsete inconfundible, goza de gran aceptación por parte del público.
En 1954 crea su propio espectáculo, Hechizo, con el que debuta en el Teatro Calderón. Asimismo, protagoniza varias películas hasta 1965, entre ellas El pescador de coplas, Esa voz es una mina y El Cristo de los Faroles. En Café de Chinitas y Puente de coplas coincide con Rafael Farina.
Su canción más recordada es Soy minero, pero su amplísimo repertorio se compone de otros éxitos como Adiós a España, Soy un pobre presidiario, Cocinero, cocinero, María de los Remedios, Ángela del alma mía o Yo quiero ser mataor.
En 1986 regresa a los escenarios. En 1990 recibe junto a otros compañeros como Juanito Valderrama un preciado Disco de Platino en reconocimiento a su trayectoria artística. Un año antes se veía obligado a abandonar el mundo del espectáculo al diagnosticársele una fibrosis pulmonar, que se agravaría hasta su muerte en 1992. Su despedida se convirtió en una multitudinaria muestra de afecto popular.
Sus películas que nos quedan para recordarle, fueron las siguientes:
El pescador de coplas, de Antonio del Amo (1953).
Esa voz es una mina, de Luis Lucia (1955).
Malagueña, de Ricardo Núñez (1956).
La hija de Juan Simón, de Gonzalo Delgrás (1957).
El Cristo de los Faroles (Película), de Gonzalo Delgrás (1958).
Café de Chinitas, El macetero. Cortometraje (1951) de Gonzalo Delgrás (1960).
Puente de coplas, de Santos Alcocer (1965).
Canciones de nuestra vida, de Eduardo Manzanos Brochero (1975).
Andalucía chica, de José Ulloa (1987).
Hasta aquí, su vida y sus canciones, ahora solo falta ponernos cómodos y disfrutar de su voz, escuchándolas o bien a través de internet, o en tu aparato de música…
Como me dijo su hijo, fue gran artista y sobre todo, gran persona.
Su mejor herencia, me dijo, ha sido la de ser el hijo de D. Antonio Molina.
Yolanda González Rubio.
(Locutora de “voces en la onda”
97.6 FM)
Onda Maracena Radio
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