Que
tiempo mas lejano en mi memoria, aquellos años en los cuales ya casi
ni me acuerdo, cuando jugábamos al fútbol en el parque de invierno,
en el llano de la perdiz y el reloj del sol.
Los
guardas del parque no nos dejaban que subiéramos porque los niños
que en grupo íbamos nos decían que teníamos que ir con una
persona
responsable pero nosotros nos echábamos por la vereda que hay en el
margen derecho del cerro del sol, entre pinos no nos veían, cuantas
veces se formó una tormenta y teníamos que echar a correr por la
cuesta abajo entre rayos y truenos, que cuando llegábamos al
cementerio íbamos empapados.
Cuando
llegábamos a casa, bronca segura pues no estábamos sobrados de ropa
ni calzado ¡que tiempos aquellos! En estos tiempos que vivimos nos
sobra de todo y aun tenemos queja.
En
época mas primaveral desde el llano nos íbamos o bien a la fuente
del conejo para refrescarnos o a Jesús del Valle donde había agua
por todos los sitios para bañarnos hoy ya no lleva ni agua el río.
Por
Antonio Rodríguez
http://recuerdosdelajuventud-antonio.blogspot.com.es/
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