lunes, 10 de octubre de 2011

ADIÓS, VERANO, ADIÓS.

Bueno amigos, pues otro verano que se nos va, con su gran equipaje de ventajas e inconvenientes: Adiós a la playa, la piscina, las cervecitas en la terraza de verano, la siesta, el gazpachito… pero, asimismo, también adiós a los 40 grados, a las interminables noches sin poder “pegar ojo”, a las aburridas tardes en las que no te atreves a salir hasta bien entrada la noche y al inevitable cartel de “Cerrado por Vacaciones”, entre otras muchas cosas.

Ahora, en otoño, parece que incluso las cosas volviesen a cobrar vida, a despertar de ese sopor veraniego del que tanto trabajo nos cuesta salir. A cambio, disfrutamos de un clima mucho más benigno, la luz es más bonita, más tenue, tiñendo los atardeceres de unos preciosos tonos dorados y cálidos. Los días son más cortos y las noches más agradables para el descanso. Y qué me decís de las primeras lluvias otoñales, que lo impregnan todo de ese olor a tierra mojada que al aspirarlo nos ensancha el cuerpo y el espíritu.

Así pues, afrontemos la próxima estación como deberíamos hacer con la vida, con energía y optimismo, destacando lo positivo y tratando de alejar en lo posible lo negativo, ya que la vida es como una calle de sentido único, no se puede dar marcha atrás.
Bienvenido otoño y adiós, verano, adiós.

Por Rosa Carmen Sánchez.

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